
Los riesgos cardiovasculares en personas jóvenes
Las enfermedades del corazón (ECV) son consideradas la principal causa de muerte a nivel global, sin embargo, esta se ha convertido en una alerta debido a su aumento en personas jóvenes. Hábitos poco saludables como una alimentación desequilibrada, el sedentarismo, las adicciones y el consumo de alcohol, que inician en etapas tempranas, son factores de riesgo que conducen a enfermedades coronarias en la edad adulta, según reseña Consumer
La Fundación Española del Corazón (FEC) ha alertado que más del 80% de las muertes prematuras por causas cardiovasculares podrían haberse evitado con modificaciones en el estilo de vida y una detección temprana de afecciones como la hipertensión y el colesterol alto. Por su parte, esta estadística destaca la necesidad de tratar estos factores de riesgo desde sus inicios.
Un reciente informe destaca una realidad, se señala que el 41% de los menores de 15 años presenta al menos dos factores de riesgo cardiovascular. De este grupo, el 20% padece sobrepeso, una condición más destacable en niñas, mientras que el 9% sufre de obesidad, más común en niños. Por otro lado, a estos datos se suma que el 29% de los jóvenes lleva un estilo de vida sedentario y un 39% no sigue una dieta recomendada por especialistas.
Paro cardíaco repentino en jóvenes
Aunque es menos común, las fallas cardiacas en jóvenes es una realidad que puede tener causas subyacentes. Entre las más frecuentes podemos encontrar la miocardiopatía hipertrófica (un engrosamiento del músculo cardíaco), anomalías congénitas en las arterias coronarias y arritmias primarias (problemas con el ritmo cardíaco). Asimismo, estas condiciones pueden no generar síntomas, hasta que la situación ya es compleja. Esto destaca la importancia de los controles médicos, especialmente en niños y adolescentes que participan en actividades deportivas de alta intensidad o que han sufrido irregularidades previamente.
Prevención temprana
Construir una rutina basada en actividades saludables es necesario para tener una buena salud cardiovascular. Es por ello que debes tener una dieta equilibrada acompañada de frutas, verduras y granos, la práctica regular de ejercicio físico, la regulación del consumo de alcohol, el manejo efectivo del estrés son aspectos fundamentales para la prevención de las ECV. Además, es importante cuidar de condiciones como la diabetes y la hipertensión, las cuales tardar en presentar síntomas evidentes hasta que el daño ya está avanzado.
La lucha contra las enfermedades cardiovasculares debe comenzar antes de la edad adulta. Es importante invertir en la educación sobre hábitos saludables desde la infancia y crear entornos que promuevan la actividad física y la alimentación nutritiva para construir un futuro con corazones más sanos.