Francia: La Madre de Todas las Cocinas

Francia: La Madre de Todas las Cocinas

 

Francia, sin lugar a dudas, es conocida en el mundo por su cultura y patrimonio. En esta ocasión, nos adentraremos en una de sus mayores joyas: su gastronomía. Delicias como croissants, crêpes, fromages, baguettes y quiches son solo algunas de las maravillas que forman parte de esta rica tradición culinaria.

 

Desde el 16 de noviembre de 2010, la gastronomía francesa y sus rituales han sido reconocidos por la UNESCO como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este logro es un testimonio del arduo trabajo y la dedicación de los profesionales que se consagran a este arte en Francia y del profundo respeto que se tiene por las tradiciones culinarias.

 

La cocina francesa se distingue por su vasta variedad de platos, que reflejan la diversidad de ingredientes presentes en el país. Además, su gastronomía está en constante evolución, ya que los chefs buscan constantemente innovar y sorprender los paladares de sus comensales, manteniendo viva la tradición mientras incorporan nuevas tendencias.

La elección de productos de calidad, en su mayoría locales, es fundamental para que la gastronomía típica de Francia adquiera un lugar relevante en la escena culinaria mundial. A su vez, la cuidada selección de platos resalta la diversidad regional, generando en el consumidor un sentido de distinción y apreciación por la cultura local.

 

Francia se caracteriza por integrar cuatro estilos culinarios principales:

 

  1. El clásico: Comidas tradicionales que evocan la rica herencia del país.
  2. La alta cocina: Platos que alcanzan la máxima elegancia y sofisticación, presentados como obras de arte.
  3. La nouvelle cuisine: Comidas más ligeras y de rápida preparación que priorizan los sabores frescos.
  4. La cuisine de terroir: Un estilo rústico que celebra ingredientes locales y recetas ancestrales.

 

El orden de servicio en una comida también es esencial en la gastronomía francesa. El ritual que sigue es el siguiente:

 

Apéritif: Una entrada que puede incluir canapés, encurtidos o frutos secos.

Entrée o “hors d’oeuvre: Un plato ligero, donde se pueden degustar ensaladas, sopas o platos de verduras.

Plat principal o “plat de résistance: El plato principal de la comida.

Fromage Una selección de quesos, a menudo acompañada de una ensalada.

Dessert: El postre, que generalmente puede incluir fruta o yogurt.

 

La influencia de la gastronomía francesa a nivel mundial es indiscutible, evidenciada por la fama de sus chefs en el uso e innovación de técnicas culinarias. Entre estas técnicas destacan el glaseado, el baño maría, el flambeado y la concentración de jugos. También son responsables de la creación de grandes manjares como el puré, el paté y la mousse. Por estas razones, se señala que la cocina francesa es “la madre de todas las cocinas”, un título que rinde homenaje a su rica tradición y su impacto duradero en el arte culinario global.

Fuente: Af Quito