
El dulce legado de Francesco Rivella: creador de la Nutella
El mundo de la gastronomía y la industria alimentaria se encuentra de luto tras el fallecimiento del destacado químico italiano el pasado 16 de febrero, quien ha dejado su huella en la historia tras la creación de la pasta “Giandujot”, una de las cremas más destacadas en el mundo de la confitería. Nacido en Italia, Rivella se formó en la Universidad de Turín, donde estudió química bromatológica, una disciplina que le proporcionó las herramientas necesarias para adentrarse en el mundo de la alimentación. Su carrera despegó en 1952, cuando se unió a la empresa Ferrero, donde comenzó a trabajar en la “Sala de Química”, fue allí donde su talento y creatividad encontraron terreno para construir su marca.
Uno de los hechos más significativos de su carrera se produjo en 1951, cuando colaboró estrechamente con Michele Ferrero, hijo del fundador de la compañía, Pietro Ferrero. Juntos transformaron una pasta de avellanas conocida como “Giandujot” en un producto innovador llamado SuperCrema, esta evolución fue un paso crucial que eventualmente conduciría al lanzamiento de Nutella en 1964, una crema que revolucionaría el mercado y se convertiría en un fenómeno global, de acuerdo con lo reseñado en El Comercio.
El papel de la Nutella en el mundo de la confitería
No solo es conocida por su sabor, sino también por su versatilidad, desde su uso como untar en tostadas hasta su inclusión en una variedad de recetas de repostería, esta crema ha conquistado paladares alrededor del mundo. La visión de Rivella y Ferrero permitió que esta pasta cremosa trascendiera como un símbolo de placer, y su popularidad no ha hecho más que crecer con el paso del tiempo.
Más allá de un solo sabor
A lo largo de su carrera en Ferrero, Rivella también fue fundamental en el desarrollo de otros productos emblemáticos que han dejado su marca en la industria. Entre ellos se encuentran Mon Chéri, Kinder Chocolate, Kinder Sorpresa y Ferrero Rocher, cada uno de estos productos refleja la innovación y el compromiso con la calidad que caracterizó su trabajo.
Rivella se retiró en 1993, pero su influencia perdurará por siempre en la historia de Ferrero y en el corazón de los amantes del chocolate, su legado es un testimonio del impacto que un individuo puede tener en la cultura alimentaria global.
El fallecimiento de Francesco Rivella marca el cierre de un capítulo importante en la historia de la confitería italiana y mundial, su dedicación a la ciencia y su pasión por crear sabores inolvidables han dejado una huella que continuará inspirando a futuros innovadores en el campo de la alimentación, mientras que su visión y talento quedaron marcados en cada chocolate que fueron parte de su creación.