
Un límite forjado por la historia: Las fronteras que rodean a Estados Unidos
Una línea divisoria es el recordatorio de un pasado marcado por conflictos y tensiones, la limitación actual es el resultado de acciones expansionistas y el uso del poder militar por parte de los estadounidenses durante el siglo XIX, pues tras la invasión americana a México el cual genero un conflicto que cambiaría para siempre el mapa político de América del Norte. La guerra, motivada en parte por el deseo de expansión territorial, culminó en 1848 con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo, este acuerdo tuvo consecuencias devastadoras para la nación mexicana, ya que resultó en la pérdida de más de la mitad de su territorio, incluyendo lo que hoy son California, Nevada, Utah y partes de Arizona, Nuevo México, Colorado y Wyoming. Asimismo, este se encuentra conformado principalmente por una división que abarca 48 condados estadounidenses y 94 municipios mexicanos, este límite se destaca por la presencia del Río Bravo, que serpentea a lo largo de su viaje, y por la zona del desierto que se extiende hasta llegar a Tijuana.
El Tratado de Guadalupe Hidalgo no solo estableció la frontera que conocemos hoy, sino que también dejó una herencia de resentimiento que ha marcado las relaciones entre ambos países a lo largo de los años. La creación de esta limitación ha dado lugar a una serie de desafíos económicos, sociales y políticos que continúan afectando a las comunidades en ambos lados, según reseñó Nuevas Sociedad.
En la actualidad las comunidades fronterizas comparten lazos culturales y económicos profundos, muchos residentes tienen familiares y amigos en ambos lados de la frontera, lo que resalta la interconexión entre las dos naciones. Sin embargo, esta cercanía también ha sido objeto de tensiones políticas, especialmente en lo que respecta a cuestiones de migración y seguridad.
Frontera con Canadá
Esta se destaca como la más larga del mundo, con una extensión total de 8,891 kilómetros, de esta longitud 5,061 kilómetros son terrestres y 3,830 kilómetros acuáticos, abarcando un recorrido que va desde el estado de Maine en el este hasta Alaska en el oeste. Establecida tras la Guerra de Independencia en 1783 mediante el Tratado de París y otros acuerdos posteriores, este límite ha sido objeto de numerosos tratados y negociaciones a lo largo de los años. Además, es conocida como «la frontera no definida más larga del mundo», su trazado incluye una serie de paisajes que van desde montañas y ríos hasta vastas llanuras, según reseña 20 minutos.
La diferencia entre ambas fronteras
Estas limitaciones son esenciales para que las naciones marquen su territorio y permiten que cada país ejerza su soberanía, además, son necesarias para su propia seguridad. Asimismo, estos límites han sido un punto focal para debates sobre políticas migratorias, con un flujo constante de personas que buscan mejores oportunidades en Estados Unidos, específicamente desde México.
Por otra parte, tenemos la relación entre los estadounidenses y canadienses la cual es considerada una de las más estrechas y amigables. Se caracteriza por un alto grado de cooperación en temas económicos, temas medioambientales y de seguridad, entre ellos se incluye el respeto fronterizo que poseen ambos países en común.
Ambas fronteras muestran la importancia de la colaboración internacional, a través de iniciativas conjuntas y programas de desarrollo económico regional, Estados Unidos busca mejorar sus relaciones tanto con Canadá como con México, mientras enfrentan desafíos globales como el cambio climático, la seguridad cibernética y migratoria. La cooperación en estas fronteras se vuelve aún más esencial, para resguardar la soberanía de las naciones, mientras intentan mantener una cooperativa que permita la mayor estabilidad fronteriza entre estos países.