Tres pescadores y el nacimiento de la devoción a Nuestra Señora de Aparecida

Tres pescadores y el nacimiento de la devoción a Nuestra Señora de Aparecida

En las aguas del río Paraíba do Sul, un milagro hace más de tres siglos dio paso a una de las devociones marianas más significativas de Brasil: la veneración a Nuestra Señora de la Concepción Aparecida. La historia nos narra el encuentro inesperado de una imagen de la Virgen María que, con el tiempo, se convertiría en la patrona celestial de toda una nación.

Durante el año 1717, domingos García, Felipe Pedroso y Joao Alves, tres hombres dedicados a la pesca, luchaban contra la escasez de peces en el río, tras repetidos intentos fallidos, la situación comenzaba a afectar no solo su trabajo, sino también su estado de ánimo. Antes de terminar su jornada, Joao Alves lanzó su red por última vez, en lugar de la esperada pesca, sintió el peso de un objeto sumergido en el agua, al extraerlo descubrieron la cabeza de una pequeña estatua de terracota, según reseña Vatican News.

El inicio de un milagro

Intrigados por la situación decidieron continuar con su labor, en un nuevo lance la red trajo el cuerpo de la misma imagen, encajando perfectamente con la cabeza encontrada anteriormente. En ese momento, según el relato de los testigos, un milagro se presenció en la abundancia de peces que llenaron sus redes, una recompensa que transformó una jornada complicada en un día de gracia.

La imagen que representaba Inmaculada se limpió y se colocó en la cabaña de Felipe Pedroso. Esta casa se convirtió en el punto de visita de los primeros creyentes, los cuales se sentían atraídos por la historia y el sentimiento sagrado que creó la imagen.

Durante 1846 se inició la construcción de una nueva iglesia, un proyecto que culminó dos años después. Este hecho reflejaba la devoción que la «pequeña imagen encontrada en el agua» había inspirado en el corazón del pueblo brasileño. Asimismo, la influencia de Nuestra Señora de Aparecida continuó expandiéndose y, para 1904 la imagen fue coronada por el Papa Pío X, un reconocimiento de la profunda fe que la rodeaba.

La historia de los tres pescadores y la imagen encontrada en Paraíba continua hasta la actualidad como un testimonio de la manifestación de lo divino en las adversidades. Nuestra Señora de la Concepción Aparecida sigue siendo una imagen de esperanza y un símbolo de la presencia maternal de María en los momentos de necesidad, recordando que incluso en la desesperación, la fe puede presenciarse de manera inesperada. Su santuario, ubicado en la Basílica del Santuario Nacional de Nuestra Señora Aparecida, en São Paulo Brasil, recibe anualmente a millones de peregrinos, manteniendo viva la devoción que inicio a orillas de un río hace más de tres siglos.