
Sommarøy: La isla noruega que desafía al tiempo
Esta pequeña localidad ubicada en el Círculo Polar Ártico ha captado la atención a nivel mundial tras declararse la primera “zona libre de tiempo” del mundo. Más allá de este término simbólico, está isla es un lugar donde el tiempo, tal como lo conocemos, se estira y se comprime de diversas formas debido a su ubicación geográfica, ofreciendo experiencias únicas a sus habitantes y visitantes.
Debido a su ubicación al norte del Círculo Polar Ártico, Sommarøy experimenta aproximadamente 69 días de luz ininterrumpida, que se extiende desde mayo hasta julio. Durante este período, los días nunca terminan, sino que se mantienen 24 horas de luz diaria continuas.
Este «día sin noche» transforma la vida en la isla. La luz constante borra las fronteras de los horarios que conocemos, llevando a los habitantes a reajustar sus rutinas. Es común ver a la gente cortando el césped, haciendo mercado, o a los niños jugando a altas horas de la noche, pues el sol permanece visible justo sobre el horizonte. Por su parte, los lugareños incluso han llegado a colgar sus relojes en un puente como un gesto simbólico para liberarse de las actividades que impone el tiempo convencional, proponiendo un estilo de vida basado en la luz y la energía natural.
La noche polar y la aurora boreal
Aunque el verano es sinónimo de luz eterna, el contraste es igual de atractivo en especial para los turistas que visitan la zona. Desde finales de septiembre hasta marzo, la isla se sumerge en la conocida «Noche Polar», el sol apenas se asoma, dando paso a noches muy largas y a cielos oscuros.
Sin embargo, lejos de ser un inconveniente, esta oscuridad constante convierte a Sommarøy en un punto clave para la observación de la Aurora Boreal. Su baja contaminación lumínica proporciona condiciones óptimas para presenciar el baile de luces verdes y rosadas. El espectáculo de las auroras sobre el paisaje nevado es una de las experiencias más buscadas por los viajeros durante la temporada de invierno.

La iniciativa de la «zona libre de tiempo» es, en esencia, una celebración de la adaptación humana a un entorno natural extremo y una invitación a aquellos turistas que quieran vivir de manera más intuitiva. Sommarøy no solo ofrece vistas del sol en el horizonte en verano, o un asiento de primera fila para el ballet de las auroras boreales, sino que también brinda una perspectiva única sobre cómo la geografía puede cambiar la percepción y el valor del tiempo en la vida, según reseña Telecinco.com
