Los aranceles en el comercio global

Los aranceles en el comercio global

Dentro de la estructura económica mundial, una herramienta fiscal que continúa siendo clave en el tránsito de bienes entre las naciones son los aranceles. Estas tasas, que se aplican a los productos que cruzan las fronteras de un país, son impuestos que cargan las importaciones, afectando de manera directa al precio final de los productos extranjeros tanto para consumidores como para empresas locales.

En su forma más básica, un arancel exige un desembolso cada vez que una mercancía elaborada fuera entra en el territorio de un país. Esta carga incrementa el coste de fabricación, transporte y demás gastos ligados a la importación, haciendo más caro el producto de afuera que el creado en el mercado local. Aunque hay otros tipos de aranceles que se aplican a servicios profesionales, la atención en el ámbito económico global se centra sobre todo en los aranceles y su efecto en el comercio de bienes.

La importancia económica de los aranceles

A lo largo de la historia, las tasas han servido como una necesaria fuente de ingresos para los estados. No obstante, su principal razón de ser, y la que sigue teniendo peso en el debate actual, es la defensa de la producción nacional. La lógica es que al aumentar el coste de las mercancías importadas a través de los aranceles, se da una ventaja competitiva a los productos hechos dentro del propio país. Esto impulsa el crecimiento de las industrias nacionales, la generación de empleo y la autosuficiencia económica.

La actualidad económica

En el contexto geopolítico actual, los aranceles han adquirido un nuevo protagonismo, impulsado en gran parte por decisiones políticas de potencias económicas como los Estados Unidos. El mandato de Donald Trump supuso una etapa de gran actividad en este campo, con la imposición de aranceles a varios países como método de presión en negociaciones comerciales y como una herramienta declarada para proteger la economía nacional.

La continúa subida de estas nuevas tarifas nos recuerda el crecimiento de aranceles de 2018, cuando EE. UU. y China se destacaron como los mayores oponentes, esta misma historia se repite en la actualidad. La conducta de estos incrementos obedece a una costumbre de réplica: es decir si un país decide aplicar tarifas a las ventas de otro, este puede replicar con estrategias similares sobre las compras del primer país, según reseña Caixa Bank.

En esta situación, los países envueltos suben poco a poco las tarifas puestas a un grupo cada vez más grande de artículos, tocando no solo a las empresas exportadoras e importadoras, sino a los clientes, quienes acaban pagando costes más altos por las cosas.

Las tasas aduaneras son mucho más que simples impuestos fronterizos, son métodos de política económica con profundos efectos en el comercio internacional y la economía local de los países.