
La historia de la Virgen de Guadalupe: ¿Misterio o ciencia?
La patrona mexicana no es solo una imagen religiosa, es conocida como que desafía la ciencia, los avances tecnológicos y una fuente de fe para millones de personas en México y alrededor del mundo. Cada 12 de diciembre, la Basílica de Guadalupe se convierte en el centro de una devoción masiva que moviliza aproximadamente 12.1 millones de devotos (según datos del 2024), donde peregrinos de todas las regiones acuden para honrar la imagen plasmada en la tilma de San Juan Diego, según reseña Aztecaqueretaro.com
La tilma, una capa hecha de fibras de cáñamo y lino, ha aguantado el paso de los siglos de manera inexplicable, desafiando durante años todo estudio químico y físico. Asimismo, a pesar de haber estado expuesta a siglos de calor de velas, la manipulación de millones de devotos y los acontecimientos
del tiempo, la imagen continúa manteniendo los mismo detalles y colores como el primer día. Uno de los análisis más destacados fue hecho en 1979 por los científicos estadounidenses Philip Callahan y Jody Brant Smith, quienes utilizaron una cámara infrarroja para examinar a detalle la tilma. Los resultados no pudieron explicar científicamente la composición del manto, la túnica, las manos y el rostro de la Virgen. Las técnicas de pintura conocidas en la época no correspondían con los detalles artísticos de la obra, y la forma en que los colores se mantienen intactos a lo largo del tiempo continúa siendo una incógnita que se ha mantenido hasta la actualidad.
El fenómeno detrás del manto
La resistencia de la tilma ha sido investigada durante años. A principios del siglo XX, un atentado con bomba en la Basílica de Guadalupe dejó el altar y sus alrededores destruidos, pero la imagen y el cristal que la resguardaba quedaron intactos, un hecho que fue considerado milagroso. Este evento, lejos de mitigar la fe católica, la fortaleció, siendo interpretado por los creyentes como una prueba de la protección divina.
Otro estudio realizado también en 1979 agrego más dudas que respuestas, pues se descubrió que el manto conserva una temperatura constante de 36.6 a 37 grados Celsius, similar a la de un ser humano vivo. Este hecho térmico es una realidad que la ciencia no ha podido resolver, añadiendo mayor misterio a la historia de la tilma
Los Ojos de la Virgen
Uno de los aspectos más relevantes de la imagen se encuentra en los ojos de la guadalupana. Para realizar esta investigación, el oftalmólogo Dr. José Alte Tonsmann, tras un examen digital en 1979, afirmó haber descubierto en las córneas de la imagen el reflejo de hasta 13 figuras humanas, que corresponderían a las personas presentes en el momento de la aparición a Juan Diego. Estos «micro-reflejos» son detalles técnicos que eran casi imposible de manejar o conocer durante el siglo XVI.
Además de estos hallazgos, durante años se ha logrado comprobar que la imagen original no tiene pintura visible. Es decir, lo único que se aprecia es la tela misma, sin rastros de pinceladas o pigmentos. Los expertos aún no han logrado identificar el material que permite la mezcla de colores de la imagen, ni cómo estos se mantienen durante el tiempo.
Un símbolo con raíces Aztecas
La fe y la devoción por la Virgen de Guadalupe ha trascendido las fronteras mexicanas y se ha convertido en un símbolo de esperanza para millones de creyentes en todo el mundo. Su imagen está conectada con la cultura azteca, incorporando un valor significativo que fue comprendida por los pueblos indígenas de la época. Cada aspecto en la tilma, desde las estrellas en su manto hasta el cinto negro que indica su embarazo, transmitió un mensaje de evangelización que ha inspirado la historia católica durante décadas.
La devoción hacia la Virgen de Guadalupe, más allá de la fe católica, es un ejemplo de lo inexplicable, un hecho que señala los fenómenos que desafían nuestra comprensión y la capacidad humana, su imagen se ha convertido en un desafío para la ciencia, el arte y los avances tecnológicos. Su historia y los misterios que la rodean continúan inspirando a millones, haciendo de ella una de las figuras más veneradas de la iglesia católica, la cultura mexicana y los devotos de todo el mundo.