
La historia de Ana Frank: Un sueño en un momento difícil
Una de las figuras más emblemáticas del Holocausto, nació el 12 de junio de 1929 en Fráncfort del Meno, Alemania, desde muy joven mostró un espíritu vivaz y una pasión por la escritura. Era la hija menor de Otto y Edith Frank, y tenía una hermana mayor llamada Margot, la vida de la familia Frank cambió drásticamente en la década de 1930 debido al creciente antisemitismo en Alemania y la crisis económica que azotaba al país. Por ello en 1933 con el ascenso del régimen nazi y la intensificación de la discriminación contra los judíos, deciden mudarse a Ámsterdam, en los Países Bajos. Allí comenzó un negocio de pectina, un producto utilizado en la elaboración de mermeladas y jaleas, que les permitió llevar una vida relativamente normal al comienzo.
Sin embargo, la paz se transformó en conflicto, y para 1939 cuando Ana tenía apenas 10 años, comenzó la Segunda Guerra Mundial tras la invasión de Alemania a Polonia. La situación se tornó más peligrosa para los judíos europeos cuando los nazis invadieron los Países Bajos en mayo de 1940, pues a medida que las leyes antijudías se intensificaban, la familia Frank se dio cuenta de que su seguridad estaba en grave peligro, según reseño AnnaFrank.org
El comienzo del escondite
En julio de 1942 con la amenaza de ser atrapados Otto Frank acondicionó un espacio en la parte trasera de su negocio. Este refugio se convirtió en un lugar seguro para la familia y cuatro personas más: Hermann y Auguste van Pels (conocidos como «Hermann» y «Auguste» en el diario) y su hijo Peter, así como Fritz Pfeffer, un dentista amigo de la familia. Durante más de dos años estos ocho individuos vivieron en condiciones difíciles, ocultos del mundo exterior.
El diario se convirtió en un refugio
Ana comenzó a escribir su diario en 1942 poco después de entrar en el escondite, en sus páginas, plasmó sus pensamientos, sentimientos y experiencias cotidianas. Su escritura era una forma de autoexpresión en medio del horror que les rodeaba. A través de sus palabras, compartió sus anhelos de libertad, su frustración por la vida confinada.
El sueño de ser escritora
En 1944 después de escuchar una transmisión de radio que hablaba sobre la libertad y el futuro de Europa, Ana decidió que quería convertir su diario en un libro. Comenzó a editar y reescribir partes de su obra con la esperanza de publicarla algún día. Sin embargo, el 4 de agosto de 1944, el refugio fue encontrado y la familia Frank fue arrestada.
La familia Frank fue deportada a varios campos de concentración, Ana fue enviada a Auschwitz y luego a Bergen-Belsen, donde contrajo tifus. En marzo de 1945, poco antes de que el campo fuera liberado por las fuerzas aliadas, Ana Frank murió a la edad de 15 años, según reseñó National Geographic
¿Qué es el Tifus?
Según explica la Clínica Universidad de Navarra Es un grupo de enfermedades infecciosas causadas por bacterias del género Rickettsia. Se transmiten por picaduras de artrópodos como piojos, pulgas y garrapatas, y los síntomas incluyen fiebre, erupciones cutáneas y malestar general, además pueden ser graves o mortales si no se tratan bien. Hay varios tipos de tifus, siendo los más comunes el tifus epidémico, el tifus murino y el tifus de las malezas.
El legado
Ana Frank no terminó con su muerte, Miep Gies, una de las personas que ayudó a la familia Frank durante su tiempo en el escondite, logró salvar el diario y lo guardó para entregárselo a Otto Frank tras su regreso a Ámsterdam en 1945. Él fue el único miembro sobreviviente de la familia y se comprometió a hacer realidad el sueño de Ana de ser escritora.
La primera edición del diario titulada «Het Achterhuis» («La casa de atrás»), fue publicada en holandés en 1947, desde ese momento el libro ha sido traducida a más de 70 idiomas y ha vendido millones de copias en todo el mundo. El diario no solo ofrece una mirada íntima a la vida de una joven durante uno de los períodos más oscuros de la historia, sino que también se ha convertido en un símbolo universal de la lucha contra el odio y la intolerancia.