
El Museo de los perros San Bernardo
Desde su histórico papel en los Alpes suizos hasta su gran tamaño y mirada bondadosa, este canino se ha convertido en un símbolo de apoyo emocional. Esta transformación, que abarca siglos de historia, encuentra su lugar en un museo en Martigny, Suiza, el cual rinde homenaje a su legado.
La historia de los San Bernardo está ligada a la figura de Barry, un perro que vivió a principios del siglo XIX en el Gran San Bernardo, un refugio en los Alpes administrado por monjes agustinos. La narrativa de esta leyenda nos cuenta como Barry se hizo conocido por sus heroicos rescates, logrando salvar a más de 40 personas extraviadas en medio de las avalanchas. Su dedicación consolidó su reputación como la raza rescatista, la cual cuenta con una resistencia y un olfato excepcionales para localizar a personas en dificultades.
Aunque su espíritu de servicio sigue vivo, la raza ha encontrado una nueva vocación, este aspecto marca su constante evolución durante décadas. En la actualidad, estos perros son valorados por su temperamento tranquilo y afectuoso, lo que los convierte en compañeros para terapia y asistencia emocional, es por ello que son llevados a hospitales, para acompañar pacientes durante algunos procesos médicos. Su presencia genera una sensación de calma y bienestar, y por ello son frecuentes visitantes no solo en centros hospitalarios, sino en hogares de ancianos y centros de rehabilitación. En estos espacios su naturaleza ofrece consuelo, mientras mantienen una conexión genuina a quienes más lo necesitan, demostrando que su capacidad de salvar vidas también puede demostrarse a través del simple acto de acompañar.
El museo Barryland
Dentro de sus instalaciones, los visitantes no solo pueden conocer la historia de Barry y los orígenes de la raza a través de muestras detalladas, sino que también tienen la oportunidad única de interactuar con los San Bernardo. El lugar ofrece una experiencia educativa que permite conocer de cerca su anatomía y sus cuidados. Por otro lado, los visitantes pueden observar su entrenamiento y sus juegos, lo que resalta la inteligencia sociable de estos animales.
La idea de construir Barryland va mucho más allá de tener un museo, es un centro que muestra el legado de una de las razas de perros más destacables del mundo. Desde los heroicos rescates en las montañas nevadas hasta las terapias en los pasillos de un hospital, el San Bernardo ha demostrado que su amor y compañía son características esenciales que lo convierten en “perro Barry”, una raza lista para ser tu nuevo amigo cuatro patas, según reseña Fmmundo.com