
El estallido de la Primera Guerra Mundial
Durante cuatro años, entre 1914 y 1918, el mundo se vio afectado por un conflicto conocido como la Gran Guerra. Este enfrentamiento, que cobró la vida de aproximadamente 14 millones de personas, redefinió la realidad de la época, y se consolidó como uno de los momentos más destacados de la historia contemporánea.
Los orígenes de la Gran Guerra fueron construidos bajo un grupo de alianzas y desconfianzas entre las potencias europeas. Por un lado, se encontraba la Triple Entente, conformada por Gran Bretaña, Francia y Rusia, y por el otro, la Triple Alianza, que incluía a Alemania, el Imperio Austrohúngaro e Italia. Asimismo, la creciente militarización de ambos bloques creó las bases para un enfrentamiento que alcanzó una escalada global.
En este escenario, España marcó una postura de neutralidad. Sin embargo, esta decisión se vio originada por las crisis políticas y sociales que la nación había experimentado en el siglo previo. A pesar de no alinearse con ninguna de las potencias, el país ibérico no estuvo completamente alejado, pues tuvo un papel indirecto al involucrarse en actividades de espionaje.
La influencia de la escalada
Mientras que la guerra avanzaba, más naciones se vieron involucradas. El Imperio Otomano se unió a las Potencias Centrales, y en 1917, la entrada de Estados Unidos en el conflicto inclinó la balanza a favor de los Aliados. La participación estadounidense permitió establecer un bloqueo en el Frente Occidental, lo que debilitó la capacidad de resistencia de las Potencias.
A pesar de los significativos avances tecnológicos en armamento, que incluyeron «la introducción de tanques, gases y ametralladoras», la guerra se caracterizó por el ataque de “las trincheras”. Por su parte, innumerables batallas, a pesar de los esfuerzos tecnológicos, resultaron en una devastación sin precedentes, dejando un legado de campos marcados por la tragedia.
El Final de la Guerra
Con la ayuda de Estados Unidos, los Aliados lograron finalmente derrotar a Alemania. El fin oficial de la Gran Guerra se proclamó el 11 de noviembre de 1918, después de cuatro años de enfrentamiento. Asimismo, el costo de la guerra, tanto en vidas como en infraestructura, continuaría cobrando su precio mucho tiempo después de que los cañones se silenciaran, mientras que, tras el Tratado de Versalles, se comenzaría a consolidar las bases para futuros conflictos, como la Segunda Guerra Mundial, según reseña NacionalGeographic.es