Devoción mariana en Brasil: Inauguran estatua más grande que el Cristo Redentor
La ciudad de Crato, en el estado de Ceará, ha marcado un momento histórico en su fe cristiana y su patrimonio cultural con la inauguración de un monumento dedicado a la Virgen de Fátima. Este nuevo punto de referencia se consolida como un símbolo de la devoción religiosa de la región y ostenta el título de la estatua más alta en el país dedicada a la advocación mariana, según reseña el Milenio.com
La ciudad de Crato es conocida por sus raíces históricas y una población significativa. Según el censo de 2022, la metrópolis alberga a 131.050 habitantes, quienes ahora tienen un nuevo motivo de peregrinación. El recién añadido monumento a la Virgen de Fátima no es solo una obra que reúne arte, ingeniería y devoción, sino una declaración de fe. La estatua alcanza la altura de 54 metros, una cifra que la posiciona por encima de uno de los símbolos más reconocidos de Brasil: el Cristo Redentor de Río de Janeiro, cuya altura es de 38 metros.
Récord, arte y diseño
La figura de la Virgen fue planificada y ejecutada por el artista Ranilson Viana, quien también se encargó del proceso de instalación. Este proyecto representa una ampliación de una estructura anterior dedicada a la Virgen de Fátima, la cual medía aproximadamente 45 metros y había sido instalada en el 2014.
Por su parte, la Iglesia ha confirmado que esta es la estatua dedicada a Nuestra Señora de Fátima más alta de todo Brasil, superando a cualquier otra representación de la Virgen en la nación.
La historia de la devoción a la Virgen de Fátima en Crato comenzó en 1953, año en que una escultura de la imagen llegó a la región desde Portugal (dónde es considerada la patrona del país) consolidando una tradición que ahora se ve ejemplificada y representada en esta estructura.
Por otro lado, la develación y la inauguración oficial del monumento fueron eventos de gran fervor popular, no solo en la ciudad, sino en el país. La jornada de celebración incluyó una misa solemne presidida por el obispo local, Magnus Henrique, congregando a miles de fieles. Además de la ceremonia religiosa, la inauguración fue acompañada con presentaciones musicales que aportaron un ambiente festivo a la nueva área de peregrinación.
En esencia, el monumento no solo busca atraer a devotos y turistas a Crato, sino también impulsar la fe de la comunidad local, ofreciendo un escenario para la oración en el epicentro de la ciudad. Asimismo, está imagen se establece como un testimonio de fe y un atractivo turístico que refuerza la identidad religiosa y cultural de Crato en el escenario nacional brasileño.