
Acción de Gracias: Conoce el origen de esta tradición
Este 27 de noviembre, diversos países de Centroamérica, Europa y Asia se preparan para celebrar una de sus festividades más importantes: thanksgiving. Más allá de la comida y el descanso, esta fecha se consolida como un punto focal en la cultura, la cual se centra en la gratitud, la reunión familiar y la reflexión sobre las bendiciones recibidas.
La raíz de esta celebración se conecta con la historia colonial. El evento que da origen a esta narrativa se sitúa en 1621 en Plymouth, Massachusetts. Tras enfrentar un complejo primer invierno, los colonos lograron una exitosa cosecha gracias a la ayuda de los nativos de la tribu Wampanoag. Para celebrar esta abundancia decidieron compartir un festín, el cual es conocido como el «Primer Día de Acción de Gracias». El menú de aquella época incluyó aves, pescado, frutas y vegetales de la cosecha.
La tradición se mantuvo a nivel local durante mucho tiempo, pero no fue hasta 1863, en medio de la Guerra Civil, cuando el presidente Lincoln declaró el Día de Acción de Gracias como una fiesta nacional que se celebraría el último jueves de noviembre, buscando promover un sentimiento de unidad.
La gastronomía como epicentro
La comida es el elemento más relevante de la fiesta moderna. El menú es una tradición caracterizada por sus platos icónicos. El protagonista es el pavo relleno, que se cocina se sirve con una rica salsa de arándanos y salsa de carne (gravy).
Acompañando al pavo, se presentan guarniciones como el puré de patatas, batatas caramelizadas y el relleno (o stuffing), que varía según la tradición familiar.
La esencia espiritual
El verdadero epicentro de Acción de Gracias reside en la gratitud. La festividad se centra en el acto de dar las gracias por las bendiciones del año. Es una tradición común que, antes de comenzar a comer, la familia se reúna y algún familiar ofrezca un discurso especial.
Para las familias con convicciones religiosas, el agradecimiento a Dios ocupa un lugar central en la ceremonia. Este acto refuerza el sentido de la comunidad y la importancia de la fe dentro de la gratitud.

Cada 27 de noviembre diversas naciones honraran una tradición que, desde 1621, ha evolucionado, pero cuya esencia permanece: la de tomar un tiempo para reconocer, agradecer y compartir las bendiciones de la vida con aquellos que más importan, según reseña Eldiarioas.com
