
La novia mas esperada alrededor del mundo, Tamara Falco lució regia
Hasta que se le hizo a la Marquesa de Griñón, tras varias idas y venidas, desencuentros con sus diseñadoras, robo de joyas y un sin fin de acontecimientos; Tamara Falco e Iñigo Onieva se dieron el Sí quiero ante el altar.
Y vaya que esta celebración no dejo nada de lado, hubo pre boda, almuerzos familiares, boda y post boda digno de una royal, con más de 40 invitados, dos escenarios y un staff de 250 empleados, la boda de la Falco será comentada durante largo tiempo.
Lo cierto es que Tamara cuando se fija un objetivo va a por el y es que luego de lo vivido logro su cometido, caminar al altar con el amor de su vida.
Boda digna de una Royal:
Más vale pájaro en mano que cien volando y es que este refrán aplica para este momento. Carolina Herrera fue la encargada del vestido de Tamara, así que, su equipo de trabajo se aseguró que el atuendo estuviera a primera hora en el lugar de la boda.
La novia decidió arreglarse en casa de su madre Isabel Preysler, junto a sus hermanas, Ana y Chábeli, su madre y la mujer de su primo Álvaro Castillejo Preysler.
A eso de las cuatro de la tarde los nervios se respiraban en el ambiente, Tamara salió de casa de su madre para pronto convertirse en la señora de Onieva.
La ceremonia empezó con 45 minutos de retraso, la acompañante d ella novia durante la espera fue su suegra Carolina Molas, quien fue la madrina de bodas y luciendo un vestido azul. petróleo de Lorenzo Caprile, con pendientes de esmeraldas que se salvaron del famoso robo de joyas que la empresa que se los vendió sufrió apenas unos días antes del enlace.
Luego de varios acontecimientos previos a la boda, la seguridad se volvió más estricta; doce guardias custodiaban la entrada de los invitados y otros efectivos estarían vigilantes de que no hubiera fotos ya que la exclusividad la tenia la revista Hola. Con 400 invitados, no fue posible evitar que más de uno filtrará alguna instantánea vía redes sociales.
Primer Vestido
Tamara llego al altar, de brazos de su hermano con un vestido de inspiración medieval, largo hasta el suelo, como marca la tradición en las bodas más clásicas. A pesar de las altas temperaturas, también contaba con manga francesa, con la que la novia se siente especialmente cómoda.
El ajuar contó con un minucioso bordado de tres centímetros de anchos en color ocre y tonos cobrizos, el mismo recorría los hombros y el escote y bajaba en línea recta hasta los pies. Este detalle cautivará a las novias venideras como fuente de inspiración.

Los complementos a este vestido fueron una tiara propiedad de su cuñada y un velo de tul todo una oda al romanticismo que representa una boda eclesiástica.
Segundo vestido
Para su segundo look la Marquesa de Griñón escogió, Un diseño moderno y mucho más juvenil conformado por dos piezas en tono marfil. Con un cuerpo que en su espalda asemejaba a un corsé y que por delante lucía una pieza que hacía las veces de lazo.
Iñigó dedicó unas palabra a su esposa“ Eres un regalo”. Unas palabras a las que Tamara respondió con una mirada de enamoramiento y con uno de los comentarios más divertidos de la noche: “Por eso me he puesto lazo”, haciendo referencia ambos a su segundo vestido de novia y despertando carcajadas entre los invitados.
Y así concluyó la celebración:
Los nuevos esposos ofrecieron, un brunch el día domingo en el Hotel Ritz para cerrar así la unión de este nuevo matrimonio, compartir y charlar sobre las anécdotas del casamiento.
Tamara, lució para esta ocasión un diseño de Zimmermann de encaje blanco valorado en 900 euros.

@Samirasophiebellydance
Periodista.
Amante de las artes, el deporte y la moda.