
Misterio de Ingeniería: Las Pirámides de Guiza
Una historia que comenzó hace aproximadamente 4500 años, en las arenas del Antiguo Egipto, una civilización construyó una estructura arquitectónica, creando monumentos que, hasta la actualidad, continúan siendo lugares turísticos y de gran relevancia para la humanidad. Estas construcciones, que sirvieron como tumbas para faraones del Reino Antiguo, no solo cumplieron su objetivo de asegurar «la inmortalidad de sus ocupantes», sino que también se han mantenido como símbolos del ingenio de la época.
La construcción de estas necrópolis estaba ligada a la «cosmovisión egipcia» de la vida después de la muerte. Por su parte, los faraones, considerados seres divinos en la Tierra, tenían la creencia en qué tras su fallecimiento, en el más allá, se convertirían en dioses. Para ello, tenían una preparación previa, construyendo espacios que incluían templos y las icónicas pirámides, destinadas a poseer todo lo necesario para su viaje al otro mundo.
La historia detrás de cada monumento
Iniciando con la Pirámide de Keops, la cual comenzó a construirse alrededor del año 2550 a. C. Bajo el mandato del faraón Keops, esta maravilla del mundo antiguo se consolidó originalmente 147 metros hacia el cielo. Además, se estima que su construcción requirió el uso de unos 2.3 millones de bloques de piedra, cada uno con un peso entre 2.5 y 15 toneladas. La precisión y el nivel de detalle con la que estas enormes piezas fueron acomodadas sigue siendo un misterio para los ingenieros y arqueólogos modernos, en especial por ser construido en una época donde no existían los equipos y herramientas tecnológicas que tenemos actualmente.
Por su parte, décadas después, alrededor del 2520 a. C., el hijo de Keops, el faraón Kefrén, supervisó la construcción de la segunda pirámide del complejo. Además, se le atribuye la creación de la Gran Esfinge de Guiza, una escultura con cuerpo de león y cabeza humana. Aunque su propósito aún se desconoce, la Esfinge es considerada como «una guardiana mística» del recinto funerario.
La tercera pirámide fue construida por el faraón Menkaure hacia el 2490 a. C. Con una altura de aproximadamente 66 metros, esta pirámide también formaba parte de un complejo funerario que integraba templos y varias pirámides satélites dedicadas a reinas. Sin embargo, el sarcófago de Menkaure, que albergaba sus restos, se perdió en el mar en 1838 mientras era transportado, lo que durante años ha sumado más misterio al enigma que comprende esta historia.
A pesar de siglos de estudio, los métodos de construcción empleados por los antiguos egipcios para levantar estas pirámides es una historia sin concluir. Sin embargo, las investigaciones arqueológicas han asegurado importantes detalles sobre las estrategias laborales detrás de esta construcción. Por otro lado, se ha confirmado que los trabajadores egipcios eran bien alimentados y organizados, un hecho que pone fin a las especulaciones de esclavitud durante esa época.
En la actualidad las Pirámides de Guiza no solo son un ejemplo de la avanzada ingeniería y la religiosidad del Antiguo Egipto, sino también demuestra la capacidad humana para crear y construir proyectos que permanecen durante el tiempo. Su misterio le ha sumado un mayor éxito, convirtiendo sus alrededores en lugares turísticos donde se busca contemplar el poder de una civilización que, hace más de cuatro milenios, construyó monumentos para la eternidad, según reseña NationalGeographic.com