La Fontana di Trevi: Un legado barroco en el corazón de Roma

La Fontana di Trevi: Un legado barroco en el corazón de Roma

En el epicentro de la Ciudad Eterna, muy cerca de la histórica iglesia de los Santos Vincenzo y Anastasio, se consolida uno de los lugares más visitados de Italia, esta obra del barroco tardío que, desde su finalización en 1732, no ha dejado de ser una parada obligatoria, para aquellos que buscan una oportunidad de pedir un deseo durante su viaje. Diseñada por el arquitecto Nicola Salvi, esta fuente, esculpida en mármol blanco y alimentada por un torrente de agua turquesa, se ha convertido en un símbolo de Roma, atrayendo a millones de turistas de todos los rincones del mundo, según reseña National Geographic.

Construida hace aproximadamente unos 250 años esta fuente podría considerarse «relativamente moderna» en el contexto de las “milenarias edificaciones romanas”, la Fontana di Trevi cuenta una historia rica y un interesante significado en la capital italiana. Por su parte, su flujo de agua es un tributo a la ingeniería romana antigua, ya que proviene del Aqua Virgo, un acueducto subterráneo construido en el año 19 a.C.

Su conexión con la iglesia

La gestación de la Fontana di Trevi fue un proceso que demostró la ambición y el patrocinio papal de la época. Fue el Papa Clemente XII quien, en 1732, dio su aprobación final para la construcción de esta fuente. El proyecto se convirtió en una competencia exclusiva, donde se llevaron a cabo varios concursos de diseño para seleccionar al arquitecto. Sin embargo, fue la propuesta de Salvi la que, por su audacia, se ganó el privilegio de ser materializada. Aunque Salvi falleció antes de ver su obra completamente terminada, su visión fue reflejada por Giuseppe Pannini.

Los detalles de su diseño

La esencia escenográfica de la fuente está complementada por la figura de Neptuno, el Dios romano del mar, que se posiciona triunfante de un nicho central. Acompañándolo encontramos a dos tritones y caballos marinos, uno enérgico y el otro en calma, representando los diferentes estados del océano. A los lados de este grupo escultórico, se encuentran las imágenes de la abundancia, sosteniendo un cuerno de la fortuna y la salud, coronada con una serpiente, elementos que celebran la prosperidad y el bienestar que las aguas de la fuente han traído a la ciudad.

Más allá de su destacable valor artístico y arquitectónico, la Fontana di Trevi ha trascendido para convertirse en un ícono cultural gracias a una tradición que ha atrapado a cada turista que la visita: el lanzamiento de monedas al agua. Popularizada por la película de 1954, «Tres monedas en la fuente», este ritual invita a los visitantes a arrojar una moneda sobre su hombro, asegurando así un futuro regreso a Roma. Si se lanzan dos monedas, se dice que se encontrará el amor en la ciudad, y con tres, se pronostica un matrimonio. Cada día, miles de euros son recolectados de las profundidades de la fuente, donaciones que se destinan a causas benéficas.

La Fontana di Trevi no es solo una pieza de arquitectura barroca, es un ejemplo del arte, la historia e influencia de Roma, una conexión entre el pasado y el presente, y un punto de encuentro donde la cultura y la tradición se unen para crear una experiencia única para cada visitante.